El Cabo de la Vela es la puerta grande para acercarse al univeso wayuu. Para llegar, primero está Riohacha, luego todo este asunto del carbón y del contrabando de gasolina y por fortuna más allá el hermoso desierto, corazón de la guajira. A medida que la recta y larga carretera penetra en las arenas todo se va convirtiendo en desolación y belleza. Siguen luego una red de trochas confusas en medio de las pequeñas rancherías que surgen de vez en cuando como un oasis. Cada asentamiento tiene su propio cementerio que se levanta como un culto a la serenidad del desierto. Los wayuu construyen sus viviendas con palos , cercas de cactus y ramas. Una sencillez absoluta. Del Cabo de la vela hacia el norte también hay playas de fina arena que contrastan con los tonos azulados y verdes del mar. Para los wayuu el Cabo de la Vela es territorio sagrado, la galería por donde pasan los que mueren y van rumbo a la estrellas. En la alta Guajira se destacan las playas amarillas de Punta Gallinas, el parque natural Macuira y las dunas de Nazareth. Un verdadero viaje de descubrimiento de la alta Guajira tarda entre 5 y 8 días y solo es posible hacerlo vía terrestre.