RETORNO Avistamiento de venados en Chingaza

Los andes colombianos son el habitat de variadas especies de fauna y flora pertenecientes al bosque de niebla o bosque alto andino. La alta montaña (entre 3.000 y 5.000 m.s.n.m.) es, además,  el reino de la neblina y el origen del agua.

Muy cerca de Bogotá se encuentra el parque natural Chingaza, el cual recorremos desde 1985. Este santuario natural fue declarado reserva  en el año 1977.  Como en la mayoría de los áreas protegidas la tarea de la  conservación es un reto permanente debido a las grandes presiones sobre los recursos y las practicas depredadoras.  Uno de los resultados mas visibles de la labor de Parques nacionales ha sido la recuperación de poblaciones de especies  representativas de la fauna paramuna: El oso de anteojos y el venado de cola blanca.

Para llegar al parque Chingaza se parte desde el municipio de la Calera hasta el reten de Piedras gordas (25 km) por una carretera destapada que lentamente nos va dejando descubrir densos bosques y luego la belleza del silencio en el páramo.  Es un paisaje salpicado de fraylejones, quebradas y pajonales.  Parece un reino desolado pero allì vive el venado el cual es el motivo de nuestra visita permanente.

Para ingresar al Parque natural es necesario tramitar con anticipación un permiso de ingreso el cual incluye un seguro.  En Piedras gordas se realiza el registro de ingreso y se presentan los permisos. Tambien se recibe una charla de induccion que nos presenta de manera general las normas del parque que buscan reducir el impacto del visitante sobre el ecosistema.

Después de Piedras gordas continuamos nuestro camino al interior del parque hasta el centro administrativo de Monteredondo. En este punto la población de venados es mas evidente y es donde se logran las mejores observaciones.  A partir de aqui realizamos la ruta que nos lleva por el sendero Suasie. Un recorrido interpretativo acondicionado para el visitante y que cuenta con algunas adecuaciones que los hacen mas accesible.

El venado de cola blanca (Odocoileus virginianus) es una especie de cérvido (mamifero rumiante) de cuerpo grácil y esbelto.  Contemplarlo resulta fácil y emocionante.  Los primeros ejemplares  se pueden apreciar desde la carretera en los paramos y parches de bosque.   El macho suele tener una cornamenta cuyo tamaño es proporcional a su edad.  la hembra es de talla mas baja y no tiene cuernos.  En algunas ocasiones es posible ver las madres con sus crías y aunque son de hábitos solitarios también es posible ver pequeños grupos pastando en los bordes de las quebradas y en cercanías del embalse de Chuza.  Hasta Julio de 2018 hemos realizado alrededor de 50 salidas de avistamiento y durante los últimos meses en 4 oportunidades fue posible ver el paso del oso de anteojos pero esto es mucho mas difícil de lograr.

La observación de fauna silvestre requiere mucha paciencia, capacidad de observación y contemplación. De igual manera se debe andar con sigilo y en silencio para disfrutar intensamente la experiencia del avistamiento.  No se debe alimentar ni buscar contacto con ellos ya que la docilidad perturba su instinto de conservación el cual le permite huir de los predadores en la naturaleza.

Caminantes del Retorno realiza los avistamientos cumpliendo todas las normativas de parques nacionales. De igual manera la gran mayoría de las salidas son dirigidas por guias locales, con todo el conocimiento y experiencia en los senderos de montaña.

Bienvenidos al avistamiento de venados en el parque natural Chingaza. En Bogotá somos privilegiados al tener una reserva natural a tan solo 30 Km (en linea recta) que nos permite encontrarnos con el silencio mágico de la montaña, nos brinda descanso y nos permite reflexionar en torno a nuestras responsabilidades ambientales.

Con mas suerte seria posible observar el Oso de anteojos        Foto: Steven de la Rosa.

CATEGORÍAS